viernes, 14 de agosto de 2009

Peregrinación de la Tradición a Compostela (I)


¡Hemos llegado a casa! Es muy posible que algunos no nos merezcamos este descanso y que debieremos seguir purgando nuestros graves delitos hasta Finisterre mas después de la experiencia sin duda tiene que caber un poquito de reflexión (precedida por la oración) por lo acontecido hasta hoy. Son muchas cosas en poco tiempo entre ellas gravísimas confirmaciones sobre el estado actual de nuestra amada Patria, la Iglesia y el Mundo.

Copio y pego lo que dice la Archidiócesis sobre que es la Compostela - aquello que fuimos a buscar dirigidos por la sabia y santa dirección del Padre Vicente Lethu de la FSSPX -. Ya platicaré sobre las conclusiones que saco.

"Desde que la peregrinación a la Tumba de Santiago, surgida espontáneamente a lo largo de los siglos IX y X, se institucionalizó adquiriendo determinadas consideraciones sociales y religiosas, fue necesario acreditar haberla cumplido. Para ello, primero, se utilizaron las insignias que se adquirían únicamente en Santiago consistentes en la venera o concha de vieira.

Es fácil deducir la facilidad de falsificar esta rudimentaria certificación. Falsificación que se dio efectivamente, obligando a los prelados de Compostela y al mismísimo Papa a decretar penas de excomunión contra los falsificadores. Más eficaz, por ser más difíciles de falsificar, fueron las llamadas cartas probatorias, que ya se expedían en el siglo XIII. Estas cartas son el origen directo de La Compostela. En el siglo XVI los Reyes Católicos constituyeron la Fundación del Hospital Real y para él hicieron construir el edificio que hoy ocupa el Hostal de los Reyes Católicos, convertido el año 1954 en hotel de gran lujo. Los peregrinos al presentar La Compostela, adquirían el derecho a ser hospedados gratuitamente durante tres días. Las necesidades sanitarias de los peregrinos convirtieron a la institución, tras las necesarias ampliaciones, en el hospital mas importante de Galicia y, más tarde, en sede de la famosa escuela médica compostelana.

La aparición de los vehículos a motor y, ya en nuestro siglo, la popularización del turismo, significó una cierta crisis para la peregrinación. El esfuerzo y sacrificio en expiación de los pecados que hasta este momento significó la peregrinación, dejaban el paso a una actividad placentera y agradable en que emplear las vacaciones. Las autoridades civiles en otros santuarios comenzaron a expedir certificados de estas visitas imitando a La Compostela. (Tal es el caso de Tierra Santa, donde expide un certificado el Ministerio de Turismo israelí.). Gracias a Dios el Cabildo de la Iglesia Metropolitana de Santiago siguió expidiendo el certificado y reclamando, aunque con escaso éxito, el cumplimiento del deber fundacional por parte del hoy Hostal de los Reyes Católicos. No obstante, la Catedral actualmente limitó la "Compostela" a aquellos que acuden a la Tumba del Apóstol por motivo religioso y a pie, en bicicleta o a caballo. Para ello se exige haber recorrido como mínimo los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo o también los últimos 200 en bicicleta, quedan excluidas, por tanto, otras formas de desplazamiento para acceder a la Compostela, excepto cuando se trate de discapacitados que pueden venir en silla de ruedas sin motor."



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